Cuando menos es más

Elegir conlleva la posibilidad de fallar, de no acertar. Porque estás descartando otras opciones.

Por eso nos sentimos más cómodos cuando sólo hay un plato en el menú, cuando el abrigo que te gusta está en un único color o cuando solamente tienes una oferta de trabajo.

Cuando nos lo ponen fácil y no depende de nosotros.

Porque elegir es dudar, y dudar es dar vida a la opción de arrepentirse luego.

De llegar a casa y pensar que el otro abrigo te quedaba mejor, que el otro trabajo tenía más futuro o que tenías que haber pedido pasta y no pizza. Porque mira en la mesa de al lado qué buena pinta tenía. La frustración permanente.

Barry Schwartz – La paradoja de Elegir

Barry Schwartz

Para complicarlo más, a nosotros nos ha tocado ser la generación de las posibilidades. Porque podemos viajar más que nuestros padres, conocer a más personas y dedicarnos a una mayor variedad de oficios.

Porque somos más libres.

Y esa libertad también nos convierte la generación de la duda. Del miedo a fallar. El miedo a no elegir la alternativa más adecuada.

Nuestra situación privilegiada se convierte en el foco de infelicidad de nuestra generación. Porque nos perdemos entre tantas opciones y al final quedamos insatisfechos.

Hay una anécdota que siempre recuerdo cuando pienso en ello.

De pequeño acompañaba a mi abuelo a cazar, él lo hacía para ver si con suerte podía traer de vuelta a casa un conejo y una perdiz para la comida. Nada que ver con las cacerías que salen en la televisión con filas de animales muertos. Él en el campo con su escopeta. Sin más. Y cuando llegábamos a una zona de perdices siempre me decía lo mismo: que era mucho más difícil acertar el disparo si salía el bando entero que si volaba una sola perdiz. Aunque pareciese lo contrario. Porque con una sola perdiz sólo había que apuntarle a ella, no había duda. Pero cuando el bando entero levantaba el vuelo mi abuelo dudaba por unos segundos a cuál apuntar, los suficientes para que se alejasen todas.

Primero elegir, y luego disparar. Y al final disparas tarde. O no disparas jamás.

Cuando existen muchas alternativas a considerar, es fácil imaginar los aspectos atractivos de las alternativas que rechazas, que te dejan menos satisfecho con la alternativa que has escogido


Así que a veces pienso si no sería bueno retroceder en el tiempo para tener menos opciones donde elegir.

Y quizá seríamos más felices, como los niños que conociste en tu viaje a aquel país en desarrollo. Sin muchas opciones. Sin calentarse la cabeza todos los días. Para elegir el menú, para planear el fin de semana o para comprar Mac o Windows. ¿Mac o Windows? La mayor parte del planeta no puede siquiera plantearse esa pregunta.

Y es que, a veces, menos es más y más es menos.

Ahora tienes un disco duro con mil películas, pero cuando tienes que poner de acuerdo a tu familia para elegir una, es imposible. Sin embargo, si esta noche ponen tu película favorita en la televisión es probable que te quedes a verla. Aunque la tengas también en el disco duro y sin anuncios. Porque toman la decisión por ti. No tienes que elegir y arrepentirte a la media hora, verla pensando que tenías que haber optado por otra.

Una sola elección posible. Una perdiz, una película, que sólo quede un abrigo en la tienda. Da igual. El terreno donde nos sentimos más cómodos, descargando el peso de la decisión. Y así somos más felices por un instante.

A veces las dudas te asaltan cuando ya has elegido. Y entonces es peor. Como cuando entras a una tienda de ropa y no ves nada que te guste. Pero cuando ya has encontrado algo y lo has pagado, el camino hasta la puerta de salida es un escaparate de prendas que misteriosamente parecen haber salido de la nada sólo para ti. Porque te gustan todas. Y te queda la duda de si lo que dejas es mejor.

Vivimos constantemente pensando más en lo que nos estamos perdiendo que en lo que tenemos.

Esta alternativa imaginada te induce a lamentar la decisión que hiciste, y este remordimiento le resta a la satisfacción que obtienes de la decisión que hiciste, aun cuando la decisión haya sido buena.

Mi amigo T dice que con las relaciones le pasa igual. Que cuando deja de estar soltero aparecen nuevas oportunidades allá donde mira. Que las chicas lo perciben y se le acercan más. Yo creo que la respuesta no está en ellas, está en él. Que se ve con más confianza con alguien a su lado. Y la imagen que tengas de ti mismo es la que proyectas hacia los demás.

Y en la tienda igual. Ese día te veías bien, has elegido y ahora todas las demás prendas te sentarían genial. Pero no han cambiado ellas, has cambiado tú.

oscar wilde frases

Y la cosa se complica cuando se trata de decisiones importantes.

De las elecciones que marcan un antes y un después. Qué estudio, con quién compartiré mi vida, dónde trabajaré y dónde viviré.

Nos imaginamos todas las opciones posibles y nace en el apetito faústico del que ya hablamos. Porque las decisiones importantes marcan tu única trayectoria vital.

mystic river frases

Y en esos cruces de caminos es más difícil elegir.

Porque fantaseamos con las alternativas descartadas, con otras vidas posibles.

Y todas esas dudas se ven magnificadas por la sensación de que los demás sí aciertan. Observas sus fotos en Instagram y te parece que siempre son felices. Que ellos sí lograron elegir la alternativa correcta. O que para ellos fue más fácil. Porque tuvieron una infancia mejor, un contexto más adecuado o porque el jefe no les tiene manía y a mí sí. Balones fuera, así es más fácil.

Pero no te das cuenta de que esas redes son un escaparate donde se muestra una vida ficticia. Perdón, real. Pero no constante.

No de tas cuenta de que detrás de las fotos de Facebook e Instagram quedan los huecos rellenos de soledad, de dudas y de días grises. Pero esos días no salen en la foto.

Porque la soledad se esconde dentro de las casas.

Ah, la felicidad busca la luz, por eso juzgamos que el mundo es alegre; pero el dolor se esconde en la soledad, por eso juzgamos que el dolor no existe.

Bartleby, el escribiente. Herman Melville – 1853

Y mientras tanto el casado envidia la libertad del soltero, mientras el soltero suspira por la estabilidad del que encontró la mujer de su vida. Y podríamos seguir.

Porque no hay un camino válido para todos.

Porque realmente es la inmensidad de alternativas la que nos hace dudar permanentemente, la cruz que llevamos.

Pero a veces tengo un momento de lucidez.

Me veo delante de una máquina de vending y pienso en aquellos soldados a los que una simple Coca-cola les supo a gloria. A vida, a libertad. Porque solo tenían eso y lo consideraban un regalo caído del cielo. Nada como ponerte en su piel, al borde de la muerte, para valorar tus opciones.

Y es que aunque te comparases con tus amigos seguirías estando equivocado. ¿Acaso la vida de los soldados que murieron en tantas guerras pasadas valía menos que la tuya? A la hora de compararte, hazlo con toda la humanidad. Con la presente, pero también con la que transitó por estos lugares hace 50 o 500 años. Y verás que no te ha ido tan mal.

Mírales a los ojos y díselo a aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares. Que no eran muy diferentes a nosotros ni vivían en lugares lejanos, simplemente nacieron en esos días infaustos.

segunda guerra mundial

¿Puedes oírles? Claro que podemos hacerlo.

Escúchales y verás que todas las opciones a nuestro alcance nadie las ha tenido, y que deberían sumar felicidad en vez de restarla.

Y verás que estás en el mejor momento de la historia, aunque los pesimistas te digan lo contrario. Pero esto lo dejo para la próxima entrada 😉

Que paséis una feliz Semana Santa.

26 comentarios

  1. Hola soldadito marinero
    Antes que nada decirte que me encantan tus posts. Siempre aciertas en lo que quieres escribir y me gusta tu manera de expresar lo que piensas. Esa es tu esencia y me gusta. De un tiempo a aquí atrás estoy en inmersa en un proceso de cambio porque antes era la persona que menos quería ser: una persona cobarde. Siempre he tenido un lema en la vida : “Que el temor a fallar no te impida jugar”. A mi nunca me han asustado los cambios ni los retos ni las nuevas experiencias. Pero ciertas circunstancias hicieran que tuviera miedo y eligiera volver a mi zona de confort. Yo siempre he pensado que una persona permanece en el lugar donde cree que se merece estar. Hasta que entra en crisis y no sabe si le pertenece. No existe guía de instrucciones para la vida, ella misma se encarga de mostrarte las señales. Eso si tú estas atento a ellas. Y al fin de cuentas la vida es igual para todos. Solo cambia la persona y su visión. Ahora he entendido que prefiero mil veces la estabilidad emocional que la otra. Por eso he decidido salir de este mundo de comodidades y luchar por labrar mi propio futuro.
    Muchas gracias por tus palabras y yo siempre digo: ¿y si el lugar equivocado te lleva a donde realmente te mereces estar? y que cuando la cabeza y el corazón se ponen de acuerdo, es la decisión correcta . Opino como tú: todas las opciones nos deberían sumar, en vez de restar. Un saludo bien grande y sigue escribiendo como lo haces hasta ahora 🙂

  2. Ciertamente, escribias al respecto. Muchas posibilidades. Muchas dudas. Pero en muchas ocasiones hay un catalizador que te ayuda a elegir. Siempre quedara un pequeno poso, un ‘y si?’ (https://jaferru.wordpress.com/2013/01/25/what-if/). Y en realidad me parece que es bueno. Hace que puedas mirar la vida con perspectiva. Mejor tener opciones que no tenerlas. Siempre. Aunque conlleven falta de aire a veces.

    Un abrazo. Sigue dudando.

  3. Duda… Para mi, una de las peores palabras que existen… (La peor sin duda es la expresión “para siempre”).

    La duda atrae el miedo, y el miedo atrae a la pérdida de todo aquello que realmente quieres.

    Odio referirme a las típicas “frases hechas”, me gusta más que salgan de mi, pero… En este caso la considero perfecta: “Cuantas cosas perdemos por miedo a perder”.

    A veces en arriesgar, en coger el abrigo y no pensar más allá, en pedir la pizza y no fijarte en el plato de la mesa de al lado, en no pensar y disparar a la primera perdiz. Ahí está la diferencia. Eso es precisamente lo que nos hace ser nosotros mismos.

    Pero esa “duda” es lo que puede hacer que todo se eche a perder.

    Gracias. Gracias por cada palabra que escribes en tu blog, porque no dudes que tus frases, pueden ayudar a la gente.

    1. Excelente Post, y, la frase de “Cuantas cosas perdemos por miedo a perder” engranan tan bien, Felicidades a ambos, muy muy buen post y excelente comentario Estefanía.

  4. Quizá en las cosas pequeñas soy más indecisa, pero en las grandes , las importantes, procuro no mirar atrás nunca porque en realidad creo que pocas veces decidimos. Pienso que la vida nos va llevando y poniéndonos ante situaciones que hay que afrontar sí o sí y depende de nosotros poder disfrutar el camino y los momentos. Mi actitud es siempre tirar hacia adelante y del mejor modo posible. A veces, es cierto, he pensado, creo que como el Soldadito marinero, que la gente es más feliz cuanto menos tiene, incluso cuanto menos conoce, pero he llegado a la conclusión de que no. No sería justo compararme con gente a la que le faltan casi todas las comodidades que nos da este mundo privilegiado en que vivimos. Para mí lo importante son los momentos, el ahora. Mis decisiones, buenas o malas, me han traído hasta aquí y me han hecho como soy. Ahora.

  5. Feliz Semana Santa.
    Las desiciones, fíjate que precisamente es un tema que no se si odiarlo o adorarlo. Pero pienso que puede que una decisión nos venga mejor que otra en el futuro, pero en el presenta la buena es la que se hace… Sin mas.
    Definitivamente tener mas alternativas debería generarnos mas felicidad ( lo pienso constantemente cuando veo a alguien , romperse la cabeza por si comprar una o otra marca) si total da igual. Con ambas te puede ir bien, porque a veces depende mas de quien somos que de lo que nos ofrecen.

    Buen post. =). Nos seguimos leyendo

  6. Diste de nuevo en el blanco. Soldiadito estoy atónita, justo hoy venía manejando, y al querer pasar por una ruta habian 5 perros enormes recostados. Me detuve porque usualmente los perros persiguen a las motos y temía que me devoraran entre todos. Entonces detrás mío apareció un auto, pense que me iba a gritar alguna grosería por estar estacionada en el medio de la pista e interrumpir el paso. Pero se apegó y me dijo, Pasas conmigo? Sigueme, iré lento.
    Entonces pasé por la calle junto a su carro mientras los perros me miraban (tan tranquilos ellos). Después de pasar “el peligro” subi la visera de mi casco para agradecerle. Lo vi bien, era un chico joven, cabello negro, ojos oscuros y una voz muy bonita. Le dije, muchas gracias, y seguí mi ruta.
    Todo el camino pensé en ese gesto (que me alegro mucho), pensaba en los otros caminos que pude haber tomado pero elegí ese! También pense en que debi preguntarle su nombre jajaja pero soy una persona tímida, ni modo.

    Gracias soldadito! Sigue escribiendo. Un beso 💋

  7. Nunca te había escrito antes. Y mira que te leo gracias a una amiga. Sin embargo, nunca porque, ¿para qué ? Si tienes mil lectores y yo soy solamente alguien más. Pero inspiras. Inspiras y das ganas de seguir y salir ahí, a respirar profundo. A recapacitar, a pensar que la vida vale la pena. Que quien no se ha dado cuenta sigue ciego. Te he buscado, la verdad. Sigo teniendo la esperanza de que alguien me sepa llenar así, con palabras. Una de mis frases favoritas viene de un “cuento de niños” que dice: se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo que hacer. Y he elegido este post porque me he identificsdo. Porque soy cobarde y no me atrevo ni a elegir entre dos platos del menú. Si alguien comparte conmigo mejor, no me gusta correr riesgos. Tengo miedo. De perder. Sin saber que también he ganado un aprendizaje, pero, ¿eso de qué sirve? La vida pasa rápido y yo me he quedado observándola. Tal vez ya sea mi momento. De ti, de mi, de tomar una decisión. Arriesgar. Ganar. Encontrarme.

  8. Hola Soldadito!

    Yo creo que a veces veo el mundo y mi cida de manera distinta. Sí, es verdad que tenemos mil opciones para elegir, pero no todas son las mejores para ti, y eso sólo lo sabes tú en tu interior.

    Si eliges blanco en lugar de negro, es porque el blanco es lo que necesitas en ese momento. Todo depende de lo que hagas y a donde estes dispuesto a llegar.

    La zona de comfort es supuestamente la mejor, pero sino sales de ella, no sabes que hay más allá. No sabes de lo que te estás perdiendo, o lo que dejas de lado, por el sólo miedo de salir de tu zona de comfort.

    Como bien dices, tenemos suerte al contar con mas opciones que nuestros abuelos y nuestros padres, lo interesante es saber aprovechar esas opciones. No siempre lo perfecto para ti, es perfecto para otros.

    Cada uno es un ser individual, un tablero de ajedrez distinto al del vecino (a), y por la misma razón el modo de jugar es diferente.

    Gracias por alegrarme el día

    Un beso

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *