Tenías razón.
Tenías razón en que la cosa, o “el mercado” como tú lo llamabas, está peor para vosotras que para nosotros.
Que quedan pocos chicos que merezcan la pena. Y que cada año que cumples, la cosa va a peor.
Pero sabes que puede estar en cualquier sitio. Que quizá todavía no le conozcas. Pero que existe.
Y no vas a conformarte.
No vas a conformarte con medias tintas. Con el primero que pase. Con estrategias. Con verdades maquilladas, o directamente mentiras. Con desconfianza. Con ser el segundo plato. Con amor a cuentagotas. Con silencios. Con no ser su prioridad.
Con lo que no soñaste cuando eras una niña. Porque tu vida va en ello.
Y no vas a conformarte con la jirafa. Vas a esperar al león.
Y ahora piensas que te gustaría volver a empezar. Regresar a la casilla de salida, muchos años atrás. Piensas en tu amiga, ella tuvo suerte. Se echó novio en el instituto y ahí siguen.
Pero nadie te dice que vayan a acabar mejor que tú.
Nadie te dice que ellos no sigan la relación por mera inercia.
Nadie te dice que la experiencia que has acumulado no vaya a servirte para saber bien lo que quieres. Y lo que no quieres.
Y para elegir a conciencia.
Aunque tardes más. Aunque tus amigas te adelanten y aunque te digan que se te pasa el arroz.
Porque no es verdad. Y el arroz de un par de días está mejor. En su punto.
Y llegará un amor más maduro. Más sereno. Más estable.
Alguien con quien compartir tu vida.
Unos te dicen que para encontrarlo seas tú misma, otros que tienes que cambiar, que si haces lo de siempre llegarás donde siempre has llegado.
Unos te dicen que no lo busques porque vendrá solo, y otros te dicen que si no pones de tu parte no te caerá del cielo.
Te dicen que cada año y cada relación rota aumenta tu equipaje sentimental y que eso disminuye las posibilidades.
Pero lo único que sabes es que de momento no has tenido suerte. Y que la vida te lo debe.
Y cuando llegue será un amor más tardío, pero a tiempo. Que te haga feliz, que es lo único que cuenta.
Y no será tu media naranja. Al menos no la única. Porque nos engañaron. Hay miles de medias naranjas que te servirían. Y con que encuentres una te basta.
Es lo bueno de las relaciones. Sólo necesitas que funcione una.
Y ahora planificas las bodas de los próximos meses. Otro montón este año. Y las despedidas de soltera. Ya estás pensando a cuáles no ir, las excusas que pondrás. Y te preguntas qué hicieron ellas bien y tú mal.
Y te planteas si te has vuelto demasiado exigente. Quizá sea eso. Acostumbrarse a las manías de otro, si casi no aguantamos las propias. Antes era más fácil. Menos opciones donde elegir.
Pero nos ha tocado vivir la generación de la indecisión. De la duda y del egoísmo. De la duda, porque mientras no eliges todas las opciones se mantienen abiertas. Del egoísmo porque vivimos para nosotros. Y el compromiso queda para los valientes.
Sabes que ni siquiera lo necesitas para ser feliz. Que mejor sola que mal acompañada. Y está muy bien, así que te planteas lo de los hijos sola, porque lo que ves a tu alrededor no te gusta. Y porque lo importante es aceptarte a ti misma.
Pero sólo tienes que saber que, si quieres encontrarlo, existe. Quizá a una casualidad de distancia.
Y cuando le encuentres dará igual todo lo que te han contado. Los que te dijeron que fueses tú misma, los que te dijeron que cambiases, las teorías de las medias naranjas. Darán igual. Y sabrás que el equipaje sentimental se llamaba experiencia y que no fue en vano.
Pero mientras tanto sólo queda soñar.
Soñar con quien echas de menos aunque todavía no le conozcas.
Soñar con lo que ya soñaste de niña. Porque está ahí fuera.
Soñar con alguien que te hará reír. Llorar. Lo que sea, pero sentirte viva.
Soñar que hay un león esperando.
Echo de menos a alguien
que ni siquiera conozco
Pero hasta que le encuentre
voy a esperar pacientemente
Quiero sentir pasión, quiero sentir dolor
Quiero llorar al oír tu nombre
Ven y hazme reír o ven y hazme llorar
Sólo hazme sentir que estoy viva
Persiguiendo a Amy (1997) Canción Alive – Joey Lauren Adams
Y ya sabes, el comentario que me dejas aquí abajo es tu regalo.
Me ha encantado levantarme este domingo de ramos, y leer tu articulo, me ha fascinado y dejado sin palabras, porque exactamente en ese punto me encuentro yo….termino por pensar que no exixte a estas alruras de mi vida un chico para mi….y que posiblemente me plantee ser madre soltera!!!! Porque se me esta pasando el arroz!!!….
Muy acertado tu articulo, muy actual, y espero seguir leyendote!!!!
Me encanta este blog, siento que esta escrito para mi.
Para que no pierda la esperanza
Me ha encantado.
De una leona que sigue esperando a su léon.
Un saludo.
Seguiré soñando, esperando al León…
Yo sinceramente no se que decir, estoy sin palabras, pero, ¿Las jirafas pueden convertirse en leon? Es decir, ¿tu puedes estar con una jirafa y al tiempo descubrir que es un leon? ¿al principio todos los leones son jirafas y con el tiempo se vuelven leones? No se si me explico. Muchas personas me dicen “no busques al chico perfecto, guapo y que este bueno, al final acabaras con un chico normal, ya lo veras” el problema es que busco… Busco o me encuentran ellos pero ¿sabes cual es mi problema? Que sea guapo o normal siempre salgo mal yo. No se en que pensaran las jirafas o los leones pero creo que en el fondo todos son iguales… Tengo miedo, mucho miedo… Miedo a enamorarme otra vez (a un que ya lo este…) y salir mal sabiendo que la “jirafa” o el “leon” tenga “novia” y el sea mayor que yo… Bueno no quiero aburrirte con mis problemas, era solo para desaogarme y bueno tenia dudas… Gracias por escribir ese texto y animarnos a seguir soñando y a no tirar la toalla💞
no se de que pasta estás hecho, pero dosis de sensibilidad y empatía no te faltan.
Hace poco descubrí que tenemos un amigo en común, ojalá las causalidades hagan que nos conozcamos! nada más me gustaría que tomar un buen café con alguien que ama escribir tanto como yo… sigue haciéndolo, pon letras a los que muchas y muchos no nos atrevemos a expresar…
¡ GRACIAS!
El leerte me hace sentir bien y pensar en positivo, porque todo lo que escribes es verdad, aunque a los dos días mi cabeza ya vuelva al bucle del por qué yo no. 🎈
No se trata de aquello de “mejor sola que mal acompañada”. Obviamente, mejor. Pero se trata de vivir tu vida hasta que te duela el alma y ser una leona para cuando llegue él, si llega. Pero no quiero pensar que toda mi vida se reduce a prepararme para él. Si aparece, me encontrará lista y encantada. Pero si no llega, habré vivido mi vida siendo feliz. Lo que buscamos al final es un compañero de viaje, pero hay que recorrer un trecho solos para descubrirnos y, como dices en el siguiente post, querernos a nosotros primero para ser capaces de amar al otro.