Este fin de semana me he concienciado del significado de una frase que leí una vez en un libro:
Decía Pascal: «Lo último que se encuentra escribiendo una obra es aquello que ha de figurar al principio”
París no se acaba nunca, Enrique Vila-Matas (2003)
Me parece un buen consejo que intento aplicar a mis entradas. Porque puede que sólo me concedáis el primer párrafo para decidir si quedaros o iros a otra parte.
Y es que este fin de semana he estado ojeando otros blogs. Me he sumergido en la blogosfera y he comprobado que es un mundo infinito que no deja de crecer. Una revisión de tan ingente cantidad de blogs es capaz de deprimir a cualquiera que sueñe con que sus escritos lleguen a otras personas. Porque te haces consciente de tu pequeñez. Te das cuenta de que sólo eres un grano de arena en una inmensa playa.
Una gota de agua en el océano.
¿Cómo conseguir entonces reteneros aquí a vosotros? ¿Cómo explicaros que voy a intentar hacerlo diferente?
Muchos de esos blogs que veo están muy bien. Pero dicen que el 99% de los mismos no cumplirán un año. Seguramente sea cierto, así que aquí os presento mi compromiso de no pasar a engrosar esa lista.
Mi compromiso de no soltaros la mano.
Sin embargo, sé que eso no es suficiente y que necesito otros argumentos para que no os vayáis. Mejor dicho, para que volváis.
Para ello intento no caer en el tópico fácil. Recurrir a listados interminables. Intento no exprimir temáticas manidas hasta el extremo. Trato de alejarme de entradas prefabricadas. Edito hasta la saciedad para no presentaros algo mediocre. Evito escribir por escribir, prefiero publicar menos, y me niego a la publicidad invasiva. Pero, sobre todo, intento no convertir mi escritura en un ejercicio narcisista en el cual os cuente pormenores de mi vida que no interesan a nadie. Qué he comido hoy, a qué hora me he levantado o qué ropa me he puesto. Ni hablar.
Pero, aunque logre sacar de mí mis mejores letras, sé que lo tengo complicado.
Me di cuenta ayer. Lo supe viendo una manifestación en Sol de partidarios de los concursantes de Gran Hermano Vip. Cientos de personas gritando para que se quede en el programa su concursante favorito, mientras éste gana unos cuantos miles de euros manteniendo una farsa que incluye peleas, seguramente pactadas, con otros concursantes. Luego se van todos juntos a cenar, mientras los espectadores agitan sus pancartas al viento, para que no nominen a tal o cual.
Creo que es la manifestación más triste que he visto en mi vida.
Porque, mientras tanto, en un laboratorio silencioso, un investigador español trata de hacernos la vida mejor. Se enfrenta al reto de ir más allá, de encontrar algo que valga la pena, de mirar cara a cara al futuro y desafiarlo. Con la calma, minuciosidad y precisión que requiere la ciencia. Una persona anónima. O casi anónima, porque a veces por suerte alguien se olvida de Gran Hermano Vip y vuelve a lo importante.
Y mientras esas pancartas son agitadas en Sol en pro de un premio mayor para uno de los adinerados concursantes, el pintor clandestino lucha a brochazo limpio contra su lienzo en un local de Malasaña. Con suerte esta semana podrá vender un par de cuadros para poder dedicarse a aquello que le gusta.
Al mismo tiempo, en su buhardilla del barrio de las Letras, el escritor se concentra durante horas delante de su ordenador para arrancarle palabras al sueño. Quizá esta novela sea la definitiva. Quizá pueda vender unos centenares de libros. Quizá alcance al 1% de la gente que conoce a los concursantes de Gran Hermano Vip. Al pequeño Nicolás. Los personajes de su novela, producto de su imaginación, son más complejos, pero menos lucrativos.
También el maestro estará en casa preparando sus clases del lunes para sus alumnos, con el fin de alumbrar el futuro de las generaciones que pueden cambiarlo todo. Las que pueden hacer que en 20 años haya manifestaciones en Sol celebrando un nuevo hallazgo científico. Niños cuyo sueño sea hacer algo por el mundo, por delante de entrar a la casa de Gran Hermano.
El médico y el enfermero descansan en su domingo, con la esperanza de que el lunes puedan salvar una vida. Aunque nadie les espere en Sol con una pancarta.
El funcionario intentará mejorar los chirriantes engranajes de la administración pública. El policía, el agricultor y el fontanero, todos tratarán de ganarse la vida dignamente, mientras las pancartas por la salvación de fulano o mengano ondean al viento en la plaza madrileña.
Y los blogueros trataremos de hacernos un hueco. Escribiendo en silencio. Intentando captar tu atención, eligiendo con esmero qué frase poner al inicio de la entrada, siguiendo los consejos de Pascal.
Para que te quedes.
Para despertar algo en ti.
Para hacerte sentir un poco más vivo o viva mientras nos lees.
Aunque seamos una gota de agua en el océano.
Somos lo que vemos. Lo que la televisión hace con nuestra inteligencia. Después del 15m se han empleado a fondo para que no vuelva a pasar. Pero nada puede ocultarnos de las consecuencias.
Muchas Gracias, por tu visita a mi blog. Estoy leyendo poquito a poco tus post y me parecen muy íntimos, pero dirigido a todos y cada uno de nosotros.
En mi blog tengo entradas muy dirigidas a las mamis que no tienen tiempo en absoluto para casi nada, y otros como el que tu leíste, que son más personales. La verdad es que me siento mucho más feliz cuando dejo rienda suelta a mis dedos en el teclado y a mi cabeza por la blogosfera.
Tengo el corazón partío. Porque por un lado, siento que hago mucho bien cuando mis post ayudan a las mamis y recibo muchos correos dándome las gracias por hacerlo.
Por otro lado cuando escribo de manera más personal, pues también me felicitan, porque sienten más hondo porque escribo más profundo y con más sentimiento.
En fin tengo el alma dividida y entiendo todas y cada una de tus palabras.
Me gusta mucho como escribes.
Nos veremos por aquí.
Hola, he llegado hasta aquí a raíz del amable comentario que dejaste en mi blog.
Me gusta lo que escribes y como lo haces, así que me he tomado la libertad de agregarte a mis blogs favoritos. Así que a partir de ahora te leeré con asiduidad.
Nos leemos.
Estoy francamente encantada de haberte encontrado por casualidad. He leído varias de tus entradas y decir que me han gustado es poco, de cada una se puede sacar algo, una lección por así decirlo. Además, desde mi punto de vista escribes muy bien, lo cual siempre es de agradecer 🙂
Un saludo y espero verte por la blogosfera mucho tiempo
Casualmente acababa de ver y publicar en mi Blog una entrevista de Arturo Perez-Reverte y esto me recuerda a ciertas partes de esa entrevista.
Es lamentable que haya manifestaciones de ese tipo, que sea eso lo que nos venden pero aún más lamentable es que nosotros lo eligamos y seguramente esos niños de la escuela de la que hablas sí que sueñen con ser un concursante de esos. Falta cultura en este país y mucha.
Precisamente esa es la razón fundamental para que personas como tu sigan escribiendo y planteando ideas y pensamientos porque si con ello consiguen que otros reflexionen 5 minutos ya será un logro.
Un Saludo y gracias amigo!!
A veces escribir sirve como terapia. Es un grito silencioso, pero un grito a fin de cuentas, capaz de llegar a cualquier rincón del mundo. Un grito liberador, que permite decir lo que piensas, lo que quieres o lo que te gusta. Cuando escribes pensando en eso te das cuenta de que da igual quién te lea, o cuántos lo hagan. Uno escribe para si mismo, y si el eco de lo que has escrito retumba en alguna parte, bienvenido sea. Hoy se escriben muchos blogs pensando en el efecto que producirán en los demás, y cuando una entrada no tiene la repercusión que quieres te cansas, y te planteas para que sirve gastar tiempo en plasmar tus ideas en una web que nadie visita, que nadie comenta. Pero la pregunta es ¿te sirve a ti? Si te sirve, sigue haciéndolo, no desistas, sigue gritando.
Y después de esta reflexión, a la que me ha invitado tu entrada, te animo a seguir escribiendo así de bien, y a seguir haciéndonos pensar. Aquí tienes a una lectora!
El océano no sería océano si faltara esa gota de agua……sigue escribiendo, que yo me quedo.
Hola! Me escribiste en twitter hace poco y hoy me he decidido a profundizar en tu blog. Me está gustando, veo que también compartes la cinefilia 😉
Esta entrada en concreto me ha hecho pensar, acabo de empezar un blog y aún no sé exactamente qué quiero decir, pero sí cómo lo quiero decir, tú acabas de reafirmarme.
Un saludo, sigo leyéndote.